RELACION DE LA FIERA EUROPERSIA
Esta relación tal cual se transcribe, apareció en un diario madrileño allá por el año 1825, en forma de crónica, solo me limito a transcribir lo que se publico, sin entrar a valorar, la riqueza o pobreza de la poesía ni las connotaciones racistas que se dicen y que por supuesto no son mi pensar, sino el de la época en la que se escribió.
Horrorosos estragos, ocasionados por la fiera EUROPERSIA, que se apareció en Melilla en el río del Oro, siendo el año 1814
En la historia más antigua
Bien de África o de Grecia
No ha habido cosa tan mala
Como la fiera europersia.
Este monstruo sanguinario
Fue visto la primer vez
Por una joven de España
(Valiente y noble mujer)
Que en el río se encontraba
Lavando muy descuidada
Cuando se vio de improviso
Por la Europersia atacada.
Su padre y un hermanito
Que estaban cogiendo leña
A los dos los destrozó
Aquella maldita fiera.
La joven pudo escapar
Y a dar parte, decidida
Se presento al señor juez
Angustiada y afligida.
El señor juez le pregunta
Por las señas de la fiera
Y ella con dulces palabras
Le dice de esta manera:
Tiene boca de león
Y cuernos de toro bravo
Las uñas como puñales
Pelo como una mujer
Las orejas de carnero
Y el rabo es una cruceta
Que causa terror y miedo.
Yo descuidada me hallaba
Cuando del río salió
La fiera dando graznidos
Y a mi padre destrozó.
Mi hermano quiso escapar
Pero la fiera con ira
También se apodero de él
Destrozándolo en seguida.
Al momento el señor juez
Ordena con ley severa
Que fueran cincuenta moros
Para capturar la fiera.
Con puñales y escopetas
Éstos al punto marcharon
Y por la orilla del río
Con cuidado se internaron.
Hartitos de caminar
Por toda aquella ribera
Ya se iban a retirar
Pues no encontraban la fiera
Cuando de unos matorrales
Salió aquel monstruo feroz
A cuarenta y siete moros
Con sus garras destrozó.
Los otros tres que quedaban
Huyen sin mirar atrás
Asustados y aturdidos
Por aquel monstruoso animal.
Llegan al pueblo temblando
Diciéndole al señor juez:
A dar muerte a ese animal
No salimos otra vez.
El señor juez le contesta
Tratando de hacer la paz
No os queda mas remedio
Que matar a ese animal.
Un oficial del juzgado
Salió hacia el gobernador
Informando con detalle
Cuanto se había averiguado
De aquel animal feroz.
El gobernador contesta
Con mucha tranquilidad
Denle mil duros de premio
A quien mate al animal.
Al enterarse los moros
Que daban tal cantidad
Fueron doscientos armados
A dar muerte al animal.
Pero al entrar en el bosque
Aquella huésted negrera
Con una ira terrible
Se arrojo a ellos la fiera.
Se tratan de defender
De las garras de la muerte
Pero de nada les vale
A aquella indefensa gente
Porque el furor de la fiera
Y sus malignos graznidos
A ciento cincuenta moros
Dejó en el suelo tendidos.
Los cincuenta que quedaban
¡Ay Mahoma! reclamaban
Y por correr más deprisa
Las escopetas tiraban.
Llegaron temblando al pueblo
Mas sin parar de decir
Que no volvían al bosque
Por mil duros ni cien mil.
Pero al punto una española
Que todo lo estaba oyendo
Llegó al juzgado de paz
Estas palabras diciendo:
Si tuvieran la bondad
De darme lo que yo pida
Le daré muerte a esa fiera
Si no me quita la vida.
"Necesito una escopeta
Y un machete bien cortante
Para acabar con la fiera
Terrible y horrorizante".
Al oír esto los moros
Le dicen con ansiedad:
Señorita, no se atreva
Míe usted que la va a matar.
¡Callad moros del demonio!
No gritéis con tanto alarde
Que sois peores que Judas
Asquerosos y cobardes.
Sin atender a palabra
Marchó con serenidad
Y toda la morería
La iba siguiendo detrás.
Pero al entrar la española
En un bosque muy cerrado
de moros y de negritos
Se encontró el suelo sembrado.
Mas ella siguió adelante
Como si tal cosa viera
Cuando se hayo de repente
Con aquella horrible fiera.
Se oculto detrás de un árbol
La española decidida
Haciendo un primer disparo
Cayendo la fiera herida.
Luego saco el machete
Con arrogante valor
Y le cortó la cabeza
A aquel animal feroz.
Entonces la morería
Con ilusión verdadera
Se acercaba dando gritos
Después de muerta la fiera
Para el pueblo del condado
Llevan la joven hermosa
Y la presentan al juez
Muy serena y valerosa.
Ella con dulces palabras
Fue y le dijo al señor juez:
Aquí le entrego sus armas,
A la fiera, la maté.
El juzgado según orden
Recibida del gobernador
Los mil duros prometidos
A aquella joven le dio
¡Viva la sangre española!
Gritaba la morería
Que jamás se ha visto en ella
Bajeza ni cobardía.
Por mas que crean en Marruecos
Que un moro jamás se asola
No ha de haber sangre más noble
Que nuestra sangre Española.
Cuando lo leo, me parece ori su voz. Lo contaba con tanta pasión y tanta entrega que recuerdo perfectamente cómo se hacía el silencio en la habitación mientras mamá, tú y yo escuchábamos la poesía de la Fiera una y otra vez.
ResponderEliminarLa poesía y las explicaciones, porque hay que ver que papá no contaba nada si luego no daba un montón de explicaciones de por qué decía una cosa, de qué quería decir otra... Como si lo oyera.
Una pena no poder apañar un movil con cobertura suficiente para poder decirle: FELIZ CUMPLEAÑOS PAPI WAPO!
Una pena no poder mandarle su cesta de frutas "raras" o la postal electrónica que le mandaba cada año.
Pero es tanto lo que nos dio, tantísimo lo que nos ha dejado que será invitable que cada 17 de febrero digamos con nuestro corazón lleno de agradecimiento, Feliz Cumpleaños.
Te queremos papá. Te queremos muchísimo. Siempre vas a estar con nosotros de un modo o de otro.
Te queremos.
Un beso gigante Xisco, te quiero muchísimo porque eres el mejor hermano que se puede tener!
Hay recuerdos que siempre quedaran en nuestros corazones y el sonido de vuestro padre recitando la poesia no se puede borrar nunca,de el me quedan dos maravillosos hijos que nada mas se les puede pedir,por eso desde lo mas profundo de mi corazon te digo GRACIAS y alli donde estes que descanse y nos cuides
ResponderEliminarQueridos Xisco y Rosa:
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena por el viaje que acabais de iniciar, que sin duda será el más emocionante de vuestra vida, una hija preciosa que os colmará de bendiciones y malas noches (jajjaja, espero que las justas) y que seguiré muy de cerca a pesar de los kilómetros...
Mil besos desde Mérida
La tita Sunny